¿Vértigo o mareo?
1 Abril 2023
Consultas al doctor
El vértigo es la sensación de giro, usualmente acompañado de náuseas y/o vómitos, y un malestar muy importante. El mareo es la sensación de inestabilidad, similar a la producida por la ingesta de alcohol, haciendo una comparación común. Entonces, el vértigo es más “aparatoso” que el mareo.
Causas
Las causas del mareo son múltiples:
· Desde situaciones como el estrés o una gestación no conocida en curso.
- Hasta patologías infecciosas, anemia, crisis de hipertensión, etc.
El vértigo también tiene múltiples etiologías y las dividimos en:
- Vértigo central: es el menos aparatoso, menos sintomático, pero reviste mayor gravedad, ya que sus causas pueden ser patologías severas del nervio auditivo o sus conexiones en el cerebro, como el tumor denominado neurinoma del acústico, o un ACV, entre otros.
- Vértigo periférico: más benigno, es muy sintomático, con sensación incluso de muerte e intolerancia a la vía oral, lo cual muchas veces motiva la internación del paciente. Sus causas pueden ser vértigos posicionales, posvirales, etc.
El tratamiento del vértigo
Es variable, acorde a la patología que lo causa; por lo tanto, es vital reconocer si es central o periférico a través de la consulta médica, durante la que se discriminará el posible origen, mediante una entrevista de síntomas acompañantes y la evaluación física a través de pruebas neurológicas específicas. Si el vértigo se determinase de causa central se pediría una resonancia magnética cerebral según el caso.
El vértigo tiene además un tratamiento sintomático, basado sobre todo en sedantes antihistamínicos de acción central o vasodilatadores, antieméticos, etc., acorde a la situación clínica.
Cabe resaltar que ciertos tipos de vértigo, como el posicional, tienen tratamiento específico, que consiste en maniobras de reposicionamiento de cristales internos del aparato del equilibrio, realizadas por especialistas del vértigo denominados otoneurólogos.
Los signos de alarma del vértigo que todo paciente debe reconocer:
- Fiebre.
· Cefalea muy intensa o una cefalea que cambia de características habituales.
- Presión arterial muy elevada.
· Signos neurológicos, como debilidad de miembros, alteraciones visuales o de la audición, entre las más resaltantes.
No olvidar que cualquier paciente añoso o polimedicado o portador de múltiples enfermedades, debe acudir a la visita médica de inmediato aunque no presente signos de alarma.
Dra. Carmen Raquel Montiel - Medicina Interna (UNA), Salubrista, Entrenamiento en Cardiología en Tel Aviv (Israel), Máster en Enfermedades Autoinmunes. Ex Jefe de Sala del Hptal. de Clínicas. Docente e Investigador.
Reg. Prof.: 5886
Servicio de Vacunatorio