
Todo sobre el vitiligo
1 Junio 2025
Consultas al doctor
Se estima que alrededor del 1 % de la población mundial padece vitiligo. Puede comenzar a cualquier edad, aunque es más frecuente que se inicie entre los 10 y 30 años. Afecta por igual a hombres y mujeres, sin distinción de raza ni tipo de piel, aunque suele ser más notorio en personas de piel oscura.
El vitiligo es una enfermedad de la piel que aparece cuando las células encargadas de producir el pigmento (melanocitos) dejan de funcionar o mueren. Como consecuencia, la piel pierde su color en ciertas zonas, generando manchas blancas. Esta pérdida de pigmento también puede afectar el cabello, los ojos e incluso el interior de la boca.
¿Por qué ocurre?
Aunque la causa exacta no se conoce, la hipótesis más aceptada es que se trata de una enfermedad autoinmune, es decir, que el propio sistema inmunológico ataca por error a los melanocitos.
También se ha observado que factores como el estrés o los traumatismos en la piel pueden desencadenar la aparición de manchas en personas predispuestas.
A veces, el vitiligo se asocia con otras enfermedades autoinmunes como diabetes, trastornos tiroideos o ciertos tipos de anemia.
¿Cómo se presenta?
- Universal: afecta a más del 80 % del cuerpo.
- Generalizado: las manchas aparecen en varias zonas del cuerpo, generalmente en forma simétrica.
- Segmentario: afecta solo un lado o parte del cuerpo, más común en niños.
- Localizado o focal: se limita a una o pocas zonas.
- Acrofacial: afecta áreas como la cara, manos y zonas cercanas a los orificios (ojos, boca, nariz).
¿Cómo evoluciona?
En algunos casos, las manchas permanecen estables durante años; en otros, se expanden de manera progresiva o incluso rápidamente. La evolución suele ser lenta, con periodos de empeoramiento, y tiende a convertirse en una afección crónica.
Aunque el vitiligo no representa un riesgo para la vida ni es contagioso, puede provocar consecuencias emocionales y sociales. Además, las zonas despigmentadas son más vulnerables a las quemaduras solares y, en algunos casos, pueden presentarse problemas oculares o auditivos.
Impacto emocional
- Baja autoestima
- Estrés emocional
- Depresión
- Deterioro de la calidad de vida
¿Cómo se diagnostica?
- El diagnóstico suele establecerse mediante el examen clínico de la piel.
- En algunos casos, se utiliza una lámpara especial llamada luz de Wood, que permite visualizar con claridad las zonas despigmentadas.
- También pueden realizarse análisis de sangre para detectar trastornos tiroideos, niveles bajos de vitamina B12 u otras enfermedades autoinmunes.
- En situaciones específicas, se solicita una biopsia cutánea.
Opciones de tratamiento
El tratamiento se adapta a cada paciente, teniendo en cuenta el número de manchas, su localización y extensión, así como la opinión del propio paciente. No todos los casos requieren tratamiento médico intensivo.
- Medicación y terapia tópica: Se emplean cremas con corticoides o inhibidores de la calcineurina (como tacrolimus).
- Fototerapia: La exposición a rayos ultravioleta B de banda estrecha (311 nm) o el uso de láser de excímeros (308 nm) ha demostrado buenos resultados, especialmente si se combina con medicamentos tópicos.
- Tratamientos quirúrgicos: Incluyen injertos de piel del propio paciente o micropigmentación (tatuado médico) para disimular las manchas.
- Nuevas terapias moleculares: Algunas moléculas, como el ruxolitinib, actúan sobre el sistema inmunológico y han sido recientemente aprobadas como tratamiento tópico en otros países. Aún no están disponibles en Paraguay, pero se espera su llegada próximamente.
- Otras opciones: Incluyen el uso de protectores solares, maquillaje correctivo o tintes temporales para disimular las manchas. En casos seleccionados, se puede recurrir a despigmentación total de la piel con productos específicos, así como a tratamientos con láser de Alejandrita o láser rubí.

Dra. Romy Giardina
CMédica Dermatóloga
Reg. Prof.: 6284