
Síntomas de la dislexia
1 Febrero 2023
Padres al día
La dislexia es el trastorno del aprendizaje más frecuente que afecta principalmente la lecto-escritura. Los niños con dislexia presentan dificultades en la fonología o el reconocimiento y la manipulación de los sonidos en el lenguaje. Así también se observa una baja capacidad para decodificar palabras: descomponerlas en sonidos constitutivos o fonemas, y luego pronunciar palabras nuevas. Eso hace que sea difícil reconocer palabras, crear palabras, leer, escribir y deletrear. Muchas veces, se evidencia una gran discrepancia entre la habilidad y capacidad intelectual del niño y sus logros.
Algunos síntomas
No cabe duda de que cuanto antes se identifique la dislexia, mejor será el pronóstico y la calidad de vida del niño y su familia. Al mismo tiempo, se podrían evitar muchos problemas de inadaptación escolar y personal. Paterno y Scandar (2010), describen algunos síntomas disléxicos, observables al momento de la lectura, como por ejemplo:
- Invertir sílabas dentro de una palabra o letras que forman sílabas.
- Leer con mucha lentitud y titubeos.
- Confundir ciertas letras.
- Omitir o reiterar palabras o sílabas.
- No comprender lo que lee.
- Acentuar palabras en la sílaba incorrecta.
- Confundir palabras por su parecido fonético o visual.
- No poder identificar palabras que suenan igual.
- Constantemente pierden el punto de la lectura, ya sea al pasar por alto algún párrafo o al leer dos veces el mismo texto.
- Dificultades para diferenciar el nombre de las letras de los sonidos que tienen.
Por otra parte, es muy frecuente que los niños disléxicos presenten falta de atención, debido al esfuerzo que deben realizar para superar sus dificultades perceptivas específicas, manifestando incluso un alto grado de fatigabilidad. A consecuencia de ello, las actividades de lectura y escritura podrían resultar poco interesantes y atractivas para estos niños.
Incidencia de la dislexia
El mayor número se da en niños que no tienen un predominio lateral definido. La lateralidad es el proceso mediante el cual el niño va desarrollando la preferencia o dominancia de un lado de su cuerpo sobre el otro. Si el predominio es del lado derecho, es un sujeto diestro; si es del lado izquierdo se denomina zurdo; y si no ha conseguido un dominio lateral en alguno de los lados se llama ambidiestro. En general, la lateralidad no está establecida antes de los 5 o 6 años, aunque algunos niños ya la manifiestan a muy corta edad. La lateralidad influye en la motricidad; un niño con una lateralidad mal establecida suele ser más torpe al momento de realizar actividades manuales y sus trazos gráficos suelen ser descoordinados.
El apoyo y contención familiar es fundamental en la evolución de los más pequeños, al poder ampliar la oferta de oportunidades de aprendizaje, generando modificaciones inmediatas, lo que favorecería el progreso de los niños con dificultades. Asimismo, es importante poder transmitir confianza y reforzar la autoestima del niño, evitando la sobreprotección.
Bibliografía consultada:
- Scandar, R. y Paterno, R. (2010). Dificulta de aprender. Cómo atender discapacidades y trastornos de aprendizaje.

Lic. Laura Romero
Psicóloga y Estimuladora Temprana
Reg. Prof.: 9171