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Qué es el autocuidado en las mujeres

Cada etapa de la vida demanda una forma diferente de autocuidado y la necesidad de cuidarse en algunas es mayor que en otras, pero es necesario que se desarrolle la práctica del autocuidado durante toda la vida, sin descuidar se en ninguna de ellas: maternidad, crianza de los hijos y en el climaterio.

El autocuidado en la mujer es tan importante para la salud mental, física y espiritual, pero muchas veces, pasa a segundo plano porque estamos demasiado ocupadas.

Tómes e un tiempo para responder sinceramente estas preguntas

-¿Tiene claro cuáles son sus necesidades o lleva tanto tiempo pensando en necesidades de otras personas o grupos que se le han olvidado?

-¿Alguna vez da prioridad a algo que usted desea solo porque sí?

-¿Cuánto tiempo tiene a la semana solo para usted?

-¿Practica algún deporte o pasa algún tiempo al aire libre?

-¿Hay algo que le encante hacer y lo haga? ¿Qué logra alegrarle el día?

-¿Alguna vez puede descansar sin sentirse culpable?

-¿Reconoce las emociones en su cuerpo?

-¿Tiene algún tiempo al día solo para usted y que el resto respete?

-¿Hace algo que le divierta?

Qué hacemos mal y qué hacemos bien

Cuidarnos significa preguntarnos qué necesitamos ; lo cual debemos responder honestamente; puede ser algo tan simple como acostarse temprano después de un largo día de trabajo.

Cuidarnos significa identificar y tomar mejores decisiones sobre nuestras necesidades físicas, emocionales, mentales, financieras y espirituales.

(destaque)

El autocuidado en realidad empieza haciendo una lista de nuestras acciones y prioridades.

Amarnos y priorizarnos es abastecernos de amor propio, para poder dar amor del bueno a los demás, sin consumirnos, sin renunciar a nuestros deseos.

Como mujeres, tendemos a dar más de lo que tenemos, a comprometernos más de lo que deberíamos, a posponernos y a dejar muy poco espacio para una misma, pues creemos que ocuparnos de nosotras es ser egoísta, esto no es egoísmo, es amor propio.

Pero arrastramos un modelo tradicional de madre que priorizaba el cuidado de sus hijos e hijas por encima del propio. Romper con ese modelo no es fácil y cuando lo intentamos llega la culpa, la presión social y nos sentimos mal por querer darnos un espacio.

Debemos aprender a cuidarnos para poder darnos los mismos cuidados que ofrecemos a otros y que no siempre nos los permitimos nosotras. Puede haber etapas de la vida en que sentimos que simplemente no tenemos tiempo para “el lujo” de cuidarnos, de tomar un momento para nosotras, pero justo en esas etapas de más compromiso y trabajo es cuando más lo necesitamos.

Las mujeres somos cuidadoras extraordinarias, pero… ¿sabemos cuidarnos?