El pie plano en los niños escolares
1 Agosto 2023
Consultas al doctor
El pie va sufriendo cambios dentro del proceso normal de crecimiento y desarrollo de los niños. Al inicio de la etapa escolar (4 a 5 años) y luego en la preadolescencia (9 a 11 años), es muy importante evaluar los pies para descartar cualquier anomalía que pudiese desarrollarse.
Motivo de consulta frecuente: el “pie plano”
Es una condición en la cual hay una deficiente formación del arco plantar del pie, pero no implica necesariamente una enfermedad, ya que en etapas tempranas del desarrollo del pie es una característica normal, e incluso, es beneficioso cuando el niño comienza a caminar, pues se ha comprobado que aumenta la estabilidad y facilita el control muscular.
Durante la infancia, casi siempre se presenta en niños con laxitud articular generalizada. Esta característica es fisiológica y tiende a compensarse con la maduración del sistema locomotor y el crecimiento.
Síntomas:
La mayoría de los niños no presentan signos o síntomas asociados con el pie plano. Sin embargo, algunos pueden experimentar dolor de pie; especialmente, en el talón o en la zona del arco después de realizar una actividad física o deporte. También puede producirse hinchazón a lo largo de la parte interna del tobillo.
Ocasionalmente, los familiares pueden observar torpeza al caminar o al practicar deportes.
Diagnóstico:
Se realiza mediante el examen físico en donde, además de comprobar la correcta movilidad de las diferentes articulaciones del pie, se debe observar al niño caminar, saltar y correr (de ser posible).
En ocasiones, sobre todo si existe dolor o alguna alteración en el examen físico, podría ser necesario realizar estudios complementarios, como radiografías, ecografías, tomografías o resonancia magnética según la situación.
Tratamiento:
No todos los pies planos infantiles precisan de tratamiento ortopédico, por ejemplo las plantillas; en ocasiones, es cuestión de hacer controles periódicos.
En unos pocos casos donde, tras ser explorados clínica y radiográficamente, se detecten signos de riesgo (como pueden ser retracciones músculo-tendinosas o alteración en la posición, desarrollo o maduración de los huesos del pie), sí se requerirá de tratamiento.
Es necesario identificar a los niños con un pie susceptible de no mejorar espontáneamente, lo que justifica la indicación de tratamiento.
Fundamentalmente, deben de controlarse los pies periódicamente durante el crecimiento y fomentar el desarrollo muscular, caminando descalzo por terrenos irregulares (como la arena, el césped, etc.). Asimismo, es beneficioso estimular al niño a caminar de puntillas y sobre todo de talones.
Por su parte, los pies planos infantiles con indicación quirúrgica son muy escasos, casi excepcionales. En realidad, deberían de operarse aquellos en los que se prevé el desarrollo de una patología secundaria en la edad adulta.
En este grupo entrarían pies que llegan a la edad de 8 a 10 años con una deformidad importante que se traduzca con la presencia de alteraciones radiográficas que permitan pensar que la biomecánica del pie está y seguirá estando alterada.
Dr. Rodrigo Casaccia
Médico - Cirugía Ortopédica y Traumatología Deportiva
Reg. Prof.: 8723