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Hablemos de la bronquiolitis

La bronquiolitis es una infección que afecta las vías respiratorias pequeñas en los pulmones, conocidas como bronquiolos. Esta condición afecta principalmente a niños menores de dos años.

CAUSAS

- El virus respiratorio sincitial (VRS) es el agente causal más común de la bronquiolitis, siendo responsable de la mayoría de los casos en bebés y niños pequeños.

- Otros virus también pueden desencadenar esta enfermedad, como el rinovirus, el metapneumovirus humano, los virus de parainfluenza, el adenovirus y el virus de la influenza.

La transmisión de estos virus es fácil, ocurre a través del contacto con secreciones infectadas y superficies contaminadas, lo que hace que la bronquiolitis sea más frecuente durante los meses fríos y en entornos como guarderías.

PRINCIPALES SÍNTOMAS

Los síntomas de la bronquiolitis pueden variar en gravedad, y generalmente incluyen:

1. Congestión y secreción nasal leve: Este es el síntoma inicial más común.

2. Tos: A medida que avanza la infección, la tos puede intensificarse y dificultar la respiración.

3. Dificultad para respirar: Esto puede manifestarse con sibilancias, respiración rápida y, en algunos casos, pausas respiratorias (apnea).

4. Fiebre: Generalmente se presenta como fiebre leve, aunque no es un síntoma presente en todos los casos.

5. Falta de apetito y dificultad para alimentarse: En los lactantes, la congestión nasal y el esfuerzo para respirar pueden llevar al rechazo del alimento, aumentando el riesgo de deshidratación y la necesidad de hospitalización.

6. Letargo o irritabilidad: La falta de oxigenación adecuada puede provocar que los niños se sientan cansados, irritables o menos activos de lo habitual.

En casos graves, se pueden observar síntomas adicionales como retracciones (hundimiento de la piel entre las costillas al respirar) y aleteo nasal.

RECOMENDACIONES DE TRATAMIENTO

La American Academy of Pediatrics (AAP) y diversos estudios de meta-análisis han proporcionado recomendaciones centradas en la terapia de soporte, dado que los tratamientos farmacológicos han mostrado resultados variables y, en general, no significativos.

1. Tratamientos no farmacológicos: La evidencia actual resalta la importancia del soporte respiratorio, como el uso de oxígeno en casos de desaturación y la administración de alto flujo nasal (HFNC) en situaciones de insuficiencia respiratoria moderada.

2. Terapias farmacológicas: Diversas revisiones indican que el uso de broncodilatadores y esteroides no ofrece beneficios sustanciales. La nebulización con solución salina hipertónica ha sido probada en entornos hospitalarios, aunque su eficacia sigue siendo limitada y se encuentra en evaluación, dado que la evidencia es de baja confianza.

3. Evitar procedimientos y medicación innecesarios: La AAP no recomienda el uso de fisioterapia torácica, antibióticos o esteroides para el tratamiento de la bronquiolitis, ya que La efectividad de estas intervenciones puede variar según la gravedad de la enfermedad y la respuesta individual del paciente. no se han demostrado beneficios significativos y su uso puede aumentar el riesgo de efectos secundarios innecesarios.