
Todo sobre: La enfermedad de Parkinson
1 Abril 2025
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La enfermedad de Parkinson (EP) es el segundo trastorno neurodegenerativo más común a nivel mundial. Descrita por primera vez en 1817 por el Dr. James Parkinson.
Su prevalencia aumenta con la edad, aunque generalmente se manifiesta entre los 50 y 60 años, con una edad promedio de aparición de 62,4 años. La aparición antes de los 30 años es rara, pero hasta un 10 % de los casos se presenta antes de los 40 años. En Paraguay, la incidencia es de 20 casos por cada 100.000 habitantes.
Si bien la causa exacta de la enfermedad de Parkinson sigue siendo desconocida, se sabe que factores tanto genéticos como ambientales influyen en su desarrollo.
SÍNTOMAS
Los síntomas motores clásicos de la EP incluyen: bradicinesia (lentitud del movimiento), rigidez y temblores en reposo. Sin embargo, los síntomas no motores, como la disfunción cognitiva, alteraciones del sueño, depresión, estreñimiento, hiposmia (disminución del olfato), problemas en el habla y la deglución, e hipotensión ortostática (que contribuye a las caídas), son cada vez más reconocidos como una de las principales causas de discapacidad y reducción de calidad de vida.
DIAGNÓSTICO
- El diagnóstico de la enfermedad de Parkinson es en gran medida clínico, basado en la historia médica y el examen físico .
- La respuesta positiva a la medicación dopaminérgica puede ser un indicador útil.
- En las primeras etapas de la enfermedad, hasta un 10 % de los pacientes pueden recibir un diagnóstico erróneo. De hecho, hasta un 20 % de los casos diagnosticados como EP tienen otro diagnóstico en la autopsia, como los síndromes de Parkinson atípicos, la enfermedad de Alzheimer o enfermedades cerebrovasculares.
- Para aclarar el diagnóstico, se pueden realizar estudios de imagen como tomografías y resonancias magnéticas.
CURSO CLÍNICO Y EVOLUCIÓN
La enfermedad de Parkinson es crónica y neurodegenerativa, con una progresión lenta de los síntomas a lo largo de los años, aunque su curso puede variar entre pacientes.
- Al principio, los síntomas más comunes son la rigidez, lentitud y temblores.
- Más tarde, los pacientes desarrollan inestabilidad postural.
- Con el tiempo, pueden aparecer discinesias (movimientos involuntarios) y fluctuaciones motoras.
- A medida que progresa la enfermedad, los síntomas no motores, como la disfunción cognitiva, pueden volverse más prominentes.
Debido a un perfil de síntomas en evolución, la EP requiere un seguimiento cercano y un ajuste continuo del tratamiento.
TRATAMIENTO
El tratamiento debe ser multidisciplinario, ya que los medicamentos disponibles solo alivian los síntomas, sin tener un efecto neuroprotector.
- Medicamentos como la levodopa, el pramipexol y la rasagilina son comúnmente utilizados, y su selección debe ser personalizada por un especialista según las características y el estadio de la enfermedad.
- Es fundamental tratar los síntomas asociados como la depresión y los trastornos del sueño con fármacos específicos.
- En etapas avanzadas, existen tratamientos no farmacológicos como: la cirugía de ablación, la estimulación cerebral profunda y la radiocirugía.
- La estimulación cerebral profunda del núcleo subtalámico, del globo pálido interno y del núcleo intermedio ventral del tálamo, es eficaz para mejorar la función motora, reducir las fluctuaciones motoras y la discinesia, y disminuir la necesidad de medicamentos antiparkinsonianos.
- La talamotomía unilateral con la cirugía de ablación por radiofrecuencia es un procedimiento de lesión que puede ser eficaz para controlar el temblor resistente a los fármacos. Solo está aprobado para el tratamiento unilateral.
El tratamiento multidisciplinario puede incluir: fisioterapia, terapia ocupacional, logopedia, atención psiquiátrica y psicológica, y otros especialistas como neurólogos, médicos del sueño y geriatras, entre otros.
REHABILITACIÓN
- El acceso a fisioterapeutas especializados en neurología es esencial.
- Para el mantenimiento del equilibrio y la prevención de caídas, es importante proporcionar andadores y otros dispositivos de asistencia en la etapa adecuada.
- El ejercicio regular ha demostrado mejorar la calidad de vida de los pacientes.
- Las evaluaciones del habla y la deglución también son cruciales, ya que la neumonía por aspiración es una de las principales causas de muerte en pacientes con Parkinson.
CUIDADOS PALIATIVOS
Los cuidados paliativos juegan un papel fundamental en el tratamiento de los pacientes con Parkinson en etapas avanzadas. Estos cuidados ofrecen compasión y alivio del sufrimiento, con el objetivo de mejorar la calidad de vida.
Algunos criterios para derivar a un paciente a cuidados paliativos incluyen:
- Deterioro físico con caídas frecuentes y movilidad limitada.
- Discapacidad cognitiva clínicamente significativa.
- Alucinaciones visuales no relacionadas con medicamentos.
- Necesidad de atención residencial.
- Falta de respuesta a medicamentos.
- Discapacidad abrumadora debido a síntomas no motores.
- Dolor crónico no controlado adecuadamente.
Los especialistas en cuidados paliativos deben colaborar con los neurólogos, pacientes y familiares para:
- Definir los objetivos de atención.
- Determinar las directivas anticipadas, como estado de reanimación y uso de cuidados que prolonguen la vida.
- Garantizar que la carga del cuidado no recaiga exclusivamente en la familia.
EVALUACIÓN ANUAL Y SEGUIMIENTO
Todo paciente con diagnóstico de Parkinson debe someterse a un examen general y neurológico anual.
La evaluación debe incluir:
- Una historia clínica detallada.
- Un examen neurológico completo que documente los estudios de laboratorio, especialmente si hay demencia.
- Estudios de laboratorio para detectar causas tratables de demencia, incluidos hemograma completo, TSH, B12, panel metabólico básico, pruebas de sífilis en población en riesgo.
- Un análisis del deterioro cognitivo leve, como demencia, alucinaciones, trastornos del sueño y del control del impulso, disfunción intestinal, vesical, del habla, de la deglusión, y los riesgos de caídas.
- La evaluación también debe abordar aspectos como la movilidad, la seguridad, las necesidades de apoyo social y vocacional, y la capacidad para realizar las actividades diarias.
- Además, se recomienda evaluar el estado mental, el sueño y la somnolencia diurna excesiva, así como valorar la respuesta a la medicación.
CONSEJO IMPORTANTE
Es fundamental fomentar el ejercicio regular, el cumplimiento estricto de la medicación y el abandono de hábitos perjudiciales como el tabaquismo. Asimismo, se debe moderar el consumo de alcohol y asegurar un seguimiento médico continuo para mantener un control adecuado de la salud general del paciente.
Bibliografía
PARKINSON'S DISEASE RESEARCH, EDUCATION, AND CLINICAL CENTERS. (PADRECC). PARKINSON'S DISEASE. Program and Clinical Guide. U.S. DEPT VETERAN – JANUARY 3 -2024

Dr. Osvaldo Paniagua
Especialista en Neurología
R. P. N° 8008
Tel.: 0981178488