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La mejor manera de compartir algo es con el ejemplo, empoderándonos nosotros, vivir en nuestro poder, amarnos, reírnos, divertirnos, tener un buen grupo de amistades, hacer lo que nos gusta, ocuparnos de nuestro bienestar. Eso se “contamina” a las personas de su alrededor de una manera positiva.

Crear un observador de nosotros mismos, mirar las reacciones que tenemos ante los problemas, y dónde estamos colocando nuestro poder en ese momento. Mi poder va a hacer quedarme en el lugar en el que yo quiera vivir.

¿Quién quiero ser? ¿Cuál es la calidad energética que quiero llevar a mi vida? Paz, amor, fuerza, bondad, etc.

¿A quién le vamos a ser fiel? ¿A nuestro propósito? De ser alegría, paz, fuerza, ¿o le vamos a dar nuestro poder a otro o a la situación?

Antes de entrar a la reacción, preguntarnos y hacer esto:

Paso 1: Recuerde sus fuerzas. Ponerse frente a la mejor luz.

Paso 2: ¿Quién tiene su poder hoy?

La manera de encontrarse es ser fiel a su intuición, a su voz interior

Encontrar el espacio de poder “estar bien", a pesar de todo. Abrir un espacio en donde siempre estemos bien, y desde este lugar, seguir con los pasos a pesar de estar pasando momentos malos.

Cuando estamos viviendo realidades, como la pérdida de un ser querido, una enfermedad, una pandemia, o algo que no depende de nosotros. Cuando la realidad ya está aquí, el tema es conquistarla desde la paz y desde el amor. ¿Cómo conquistar y trascender desde la fuerza del amor?, ¿cómo contrarrestar esta situación?

La pregunta es: ¿quién quiero ser frente a esto?

¿Y dónde me mantengo yo en un lugar de paz frente a la situación? Cuando me engancho desde el odio, desde la pelea, desde el enojo porque siento que yo tengo la verdad, estamos al mismo nivel energético de la persona o la situación con la que estamos peleando.

Esas verdades sostenidas desde la guerra son las que empiezan a crear guerras internas en nosotros y nos hacen luchar desde el enojo y la frustración, y no desde los lugares de poder y de fuerza.

De alguna manera la vida es una lección una y otra vez. Lo interesante es conseguir pasar más tiempo en lugares de bienestar y de amor.

Hay pensamientos que nos llenan de miedos, que nos dan inseguridad, que nos visitan a todos en algunos momentos, y para ella la herramienta es esta:

¿Es cierto este pensamiento?

¿Me funciona para mi vida?

¿En realidad no soy bueno para esto?

¿Cómo lo sé? Si ni quiera lo he hecho

¿Tengo evidencia de que esto es cierto?

¿Existe una manera más amorosa de verme?

Para lo único que usamos estos pensamientos es para torturarnos y pasarla mal, estar en el lugar de víctima. Si somos conscientes de que lo estamos pasando mal, pero decidimos estar ahí un rato por este momento, ahí sí está nuestro poder. Estamos eligiendo.