
El impacto del juego en la salud mental de los niños
1 Agosto 2025
Consultas al Doctor
El juego, lejos de ser un simple pasatiempo o una pérdida de tiempo, es una actividad fundamental para el desarrollo integral de los niños.
A veces, las agendas de los más pequeños están tan cargadas como las de los adultos: clases, talleres, actividades extracurriculares. Sin embargo, en medio de tantos aprendizajes estructurados, no debemos olvidar la importancia del juego libre y espontáneo, que es igualmente valioso ---y necesario--- para su crecimiento.
¿Por qué es tan importante jugar?
Además de ser divertido, el juego aporta múltiples beneficios:
- Permite explorar el mundo que los rodea
- Fortalece el desarrollo motor, el control y la coordinación de movimientos
- Ayuda a regular emociones y liberar tensiones
- Fomenta la resolución de conflictos y la toma de decisiones
- Refuerza el vínculo con los padres y otras figuras afectivas
Tipos de juegos y sus beneficios
1. Juego libre
Es aquel que no tiene reglas ni estructuras fijas. Favorece la creatividad, la imaginación y el uso de todos los sentidos.
Suele surgir del aburrimiento, que muchas veces intentamos evitar, pero que en realidad puede ser el motor de grandes descubrimientos y juegos espontáneos.
2. Juego simbólico
Aquí los niños representan roles o situaciones: ser médicos, maestros, bomberos, mamás, o juegan "a la casita" o "a la escuela".
Este tipo de juego:
- Estimula el lenguaje
- Desarrolla el pensamiento flexible
- Ayuda a expresar emociones
- Potencia la empatía, la cooperación y las habilidades sociales
¿Cómo fomentar el juego en casa?
Para potenciar los beneficios del juego, es importante:
- Incluir espacios de juego dentro de la rutina diaria
- Ofrecer materiales simples: muñecos, bloques, utensilios del hogar
- No limitar el juego a juguetes comerciales; muchas veces, los objetos cotidianos despiertan más creatividad que un juguete sofisticado
- Brindar presencia real, atención, escucha y disponibilidad emocional
El juego no solo implica regalar juguetes, sino también regalar tiempo de calidad.
Sabemos que las rutinas diarias pueden ser abrumadoras, pero basta con 15 a 20 minutos al día sin pantallas ni interrupciones para jugar con nuestros hijos. Este pequeño momento puede:
- Fortalecer el vínculo afectivo
- Transmitir seguridad emocional
- Mejorar la conducta
- Disminuir el estrés, tanto en los niños como en los adultos
El juego como forma de comunicación
Muchos niños expresan, a través del juego, lo que aún no saben decir con palabras: sus miedos, frustraciones, alegrías y necesidades. Observar y participar de estos momentos es una oportunidad invalorable para conectar con ellos y comprender lo que están viviendo internamente.
El juego no es un lujo ni una simple distracción: es una herramienta de desarrollo, vínculo y salud emocional.
En este Mes del Niño, más allá de los regalos materiales, regalemos tiempo compartido, sin pantallas y con conexión real. Ese es el obsequio más valioso que podemos darles: demostrarles que lo que es importante para ellos, también lo es para nosotros.

Lic. María José Rodríguez
Psicóloga
Reg. Prof.: 8091