Depresión infantil: señales para padres y profesores
1 Agosto 2023
MEC
La depresión es la principal causa de discapacidad en los adultos en la actualidad según datos de la OMS. En niños y adolescentes, va en aumento, siendo una de las consultas más frecuentes después de los problemas del comportamiento y ansiedad.
Anteriormente la depresión era diagnosticada solo a personas adultas, pero actualmente está comprobado que también puede manifestarse en niños.
Generalmente, los niños llegan a consulta por algún problema de conducta. Si bien es cierto que los problemas del comportamiento son más frecuentes, a menudo los trastornos del estado de ánimo, especialmente la depresión, pasan desapercibidos o son mal diagnosticados lo cual dificulta la intervención temprana.
La detección temprana es fundamental
A menudo la depresión obstaculiza el desarrollo del niño, sus interacciones sociales, y escolares. Sin embargo, muchas veces es complicado identificarla, es común confundirla con problemas del comportamiento, ya que normalmente se presenta a través de la irritabilidad y el mal humor.
La incapacidad de los niños para identificar y expresar lo que sienten pueden llevarlos a comportarse de manera inadecuada, lo que generalmente se castiga y posterga la búsqueda de ayuda profesional. A su vez, esta incapacidad de expresarse adecuadamente los lleva a comunicar molestias o dolores físicos que son la manifestación de las emociones.
Padres y profesores los suelen describir como niños que se molestan fácilmente y que están siempre mal humorados.
La depresión en niños suele desarrollarse lentamente, lo que aumenta la dificultad para percibirla, además, existe la creencia de que tanto niños como adolescentes no tendrían motivos para “deprimirse”.
Algunas señales que nos podrían alertar:
- Cambios bruscos de humor, estado continuo de tristeza, o están más mal humorados, presenta mayor irritabilidad e ira.
- Desobediencia, berrinches, llanto fácil, aislamiento social, menor energía y concentración, dificultades en la escuela o en las tareas escolares.
- Pérdida de interés por los juegos, la escuela o actividades que antes disfrutaba.
- Autoestima baja, sienten que nadie los quiere. Algunos padres describen como que el niño parece “perder su brillo”.
Como padres, adultos encargados o profesores:
- No ignore las posibles señales.
- Observe su conducta y escuche atentamente a sus palabras.
- No minimice las posibles situaciones estresantes o problemas por los que podría estar atravesando el niño en solitario.
- Si observamos cambios en la conducta o estado de ánimo de los niños, es importante llevarlos a consulta con profesionales que puedan realizar un adecuado diagnóstico, ya que esto ayudaría a que pueda ser tratado a tiempo y sin que desencadene otras posibles dificultades o que el cuadro tienda a agravarse.
Lic. María José Rodríguez
Psicóloga
Reg. Prof.: 8.091