
Control y violencia digital en pareja
1 Agosto 2025
Consultas al Doctor
Hoy quiero detenerme en un tema que aparece cada vez con más frecuencia, tanto en el consultorio como en charlas cotidianas con amigas. A pesar del avance en derechos y del empoderamiento de muchas mujeres, la violencia en la pareja sigue adoptando nuevas formas. Una de ellas es la que se ejerce a través de la tecnología.
¿Qué es la violencia digital?
Es cualquier forma de control, manipulación o daño emocional que se ejerce utilizando medios digitales: redes sociales, mensajería, correos electrónicos, apps o incluso dispositivos compartidos. Puede pasar desapercibida, confundida con “preocupación”, “celos” o “amor”, pero es violencia.
A veces la reconocemos viendo una serie, una novela o escuchando la historia de otra persona. Y entonces algo hace clic. Tal vez este artículo también sirva para eso.
Señales de alerta: formas comunes de violencia digital
- Mensajes amenazantes o intimidantes por WhatsApp, redes o correo.
- Control de su actividad en línea, revisando sus redes sin consentimiento.
- Críticas constantes sobre lo que publica o con quién interactúa.
- Difusión de contenido íntimo sin su permiso.
- Presión insistente con mensajes o llamadas para lograr algo a cambio.
- Uso de sus contraseñas o ubicación como método de vigilancia.
Todo eso es violencia emocional y psicológica, aunque no haya un grito o una marca visible.
¿Qué puede hacer si está viviendo esto?
- Reconocerlo. Este es el paso más difícil. A veces, quienes están cerca –amigos, familia o terapeutas– pueden ayudarle a verlo. Pero nadie puede tomar decisiones por usted.
- Buscar ayuda. Hablar con alguien de confianza, pedir acompañamiento profesional o sumarse a un grupo de apoyo es esencial. No tiene que enfrentarlo sola.
- Bloquear y soltar. Para muchas, bloquear al agresor es doloroso. Representa cerrar una etapa, pero también es un acto de amor propio. Hacerlo no es debilidad: es valentía.
- Guardar pruebas. Tome capturas de pantalla, guarde mensajes y arme una carpeta con todo. Las evidencias son importantes si necesita recurrir a la justicia o hacer una denuncia.
- Reportar. Si el daño interfiere en su vida diaria, denuncie. Ya sea en la app, ante las autoridades o en una institución, dejar constancia protege y previene.
Y si se siente sola, recuerde esto:
No se trata solo de tener apoyo externo –aunque ayuda muchísimo–. Se trata de volver a mirarse al espejo y reconocer su valor. Nadie merece vivir bajo control ni ser prisionera de las decisiones de otra persona.
Cada mañana, cuando se mire al espejo, hágase esta pregunta: ¿Esto es lo que merezco?
Si la respuesta es no, entonces es momento de poner un límite.
Salir de una relación violenta puede ser difícil, pero nunca imposible. Y siempre es más liviano cuando recuerda que no está sola.
Su bienestar no es negociable. Su vida es suya.

Lic. Olga Gómez
Psicóloga General y Coach Ontológico Profesional
Reg. Prof.: 9058