
Celebrar los logros del matrimonio
1 Abril 2025
Padres al día
He escuchado más de una vez que “el matrimonio es una lotería”. Hoy quiero hablarles de lo que representa para mí, después de haber sido testigo de la celebración de las bodas de oro de una pareja de amigos.
50 años: Toda una vida compartida
Durante la celebración de su aniversario, no pude evitar preguntarles: “¿Cómo lo hicieron? ¿Qué les permitió llegar hasta aquí?”
“Comprometerse en matrimonio es una decisión que implica muchos riesgos emocionales. Es el cambio completo de tu vida y de tu rumbo”, me dijeron con la serenidad de quienes ya han recorrido este camino.
Al principio, es como embarcarse en una aventura desconocida, sin saber lo que vendrá.
Algunos creen que el matrimonio está destinado a durar toda la vida, otros piensan que lo importante es disfrutar mientras dure. Ambos puntos de vista tienen algo de cierto.
La receta del éxito: Sin fórmulas, pero con aprendizajes
“No tenemos una fórmula secreta para que el matrimonio funcione”, dijeron con una sonrisa. Sin embargo, compartieron algunas reflexiones que, a lo largo de los años, han guiado su relación:
1.El amor al principio: Cuando nos casamos, lo hicimos enamorados, sin saber lo que el futuro nos depararía. Pero sabíamos que no sería fácil. Proveníamos de historias distintas que nos hicieron más fuertes antes de conocernos y nos convirtieron en personas “alfas”. La magia inicial fue abrumadora, pero también lo fueron los desafíos, especialmente al principio. ¡Éramos tan diferentes!
2.Cuidar lo que más quieres: Muchos cuidan lo valioso cuando es nuevo; en nuestro caso, sabíamos que nuestra relación duraría solo si ambos nos comprometíamos al máximo. A veces, cuando las dificultades nos consumían, casi consideramos rendirnos, pero recordábamos quienes fuimos al principio, y eso nos daba fuerza para seguir adelante.
3.La transformación a lo largo del tiempo: La juventud se va, y con ella la parte física que al principio enamora. Pero lo que permanece son los cimientos fuertes que construimos juntos, cimentados en momentos de crisis, de desesperanza, y en las diferencias que, en lugar de separarnos, nos ayudaron a crecer.
4.La importancia del perdón y la comunicación: No evocamos los errores del pasado. Tampoco hablamos de lo que ya habíamos acordado. Nos escuchamos, negociamos y, aunque a veces nos detestamos, siempre intentamos regresar a la fuente: a nosotros mismos. Crecimos juntos, educándonos mutuamente.
5.El equilibrio entre estar juntos y ser individuos: A veces discutimos hasta ponernos de acuerdo, aunque eso lleve varios días. ¿Podríamos habernos divorciado? Claro, pero preferimos seguir intentándolo y esperamos que estos 50 años se conviertan en 50 más. Nos mantenemos firmes en cuidar al otro como una plantita, dándole agua, abono y cariño, pero sin ahogarla. Hacemos todo juntos, pero también respetamos nuestros propios mundos, sin necesidad de comprenderlos.
Al escuchar sus palabras, sentí una profunda gratitud. Me confiaron pensamientos tan íntimos que me serán útiles en mi propio camino. Este abril, mi esposo y yo celebramos 25 años de matrimonio. Llegar a nuestras bodas de plata es un logro, pero mi deseo es llegar a nuestras bodas de oro y poder responder con humildad y cariño a la pregunta: “¿Cómo lo lograron?”

Lic. Olga Gómez
Psicóloga General y Coach Ontológico Profesional
Reg. Prof.: 9058