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Buena alimentación y salud bucal desde la infancia

Nutrición y salud bucal son factores inseparables. Es importante que desde la infancia se promueva el consumo de alimentos buenos y beneficiosos para los dientes, además de una dieta variada y equilibrada.

Una alimentación sana ayudará al mantenimiento de la salud bucal infantil.

Existen diversos alimentos que previenen las caries:

• Las comidas con grasas, proteínas, calcio o flúor ayudan a reducir la retención de los azúcares y la placa bacteriana, de este modo, provocan un efecto tóxico sobre las bacterias que producen caries, y aumentan la capacidad del tampón de la saliva, protegiendo el esmalte.
• Otro tipo de alimentos con este perfil protector, son los que estimulan el flujo salival, y así favorecen la remineralización del esmalte. El xilitol, por ejemplo, presente en algunos chicles, es un sustituto del azúcar que es eficaz en la reducción de la formación de placa y la adherencia bacteriana e inhibe la desmineralización del esmalte.
• Además, hay alimentos que protegen las encías, una parte importantísima de nuestra boca y el sostén de los dientes, por lo que también es muy importante cuidarlas.

Pautas para una alimentación saludable que favorezca la salud bucal

Con el objetivo de promover una buena nutrición y salud bucal, es necesario dar a nuestros pacientes una serie de pautas saludables:

• Reducir el número de exposiciones o de ingesta de sacarosa y productos azucarados, sobre todo antes de ir a dormir.
• Sustituir la sacarosa en favor de edulcorantes no cariogénicos. En nuestro país, el uso del ka'a he'ẽ es muy recomendado.
• Evitar picar entre comidas y disminuir el consumo de alimentos pegajosos y viscosos, evitando azúcares innecesarios.
• Evitar, en lo posible, los alimentos acidogénicos: papas fritas “chips”, chocolate con leche, galletas rellenas, frutos secos dulces, dátiles, etc.; así como los jugos azucarados y envasados en cartón.
• Aumentar el consumo de alimentos de origen vegetal, así como frutas y cereales integrales.
• Beber agua para evitar la deshidratación: 6 a 8 vasos al día.

Todo ello debe ir acompañado de visitas frecuentes al odontopediatra, mínimo 3 veces al año, y de una buena higiene oral.