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Importancia de la educación en la atención preconcepcional

La atención preconcepcional es el conjunto de acciones que sirven para identificar las condiciones físicas y mentales, los hábitos y comportamientos sociales que pudieran ser potencialmente riesgosos para una gestación, involucrando la salud de la madre y del niño/a, con el objetivo de prevenirlos a través de cambios e indicaciones.

El proceso de educación tiene que ver con una serie de orientaciones:

• Identificar el mejor momento para el embarazo.
• Sobre maternidad y paternidad responsable, y paridad satisfecha.
• Informar sobre nutrición adecuada y suplementación con ácido fólico, que se debe iniciar 3 meses antes del embarazo y continuar hasta las 10 a 12 semanas de gestación, esto evita la ocurrencia de defectos congénitos del tubo neural.
• Evitar el consumo de alcohol, tabaco y otras drogas.
• Remarcar la indicación de no utilizar fármacos sin consulta previa con el médico.
• Valoración del riesgo ambiental: Agrotóxicos, agroquímicos, pesticidas, plomo y mercurio, etc. Evitar la manipulación o inhalación de estas sustancias tóxicas en el lugar de trabajo o en el hogar.
• Detección de patologías como la anemia y otros tipos de carencias que pueden ser tratadas y mejoradas antes de la gestación.

La ventaja de planificar un embarazo incluye muchos aspectos de la mujer, como:

• La detección de violencia o abuso, deben ser tenidos en cuenta en la consulta.
• La sospecha de infertilidad, que puede presentar tanto la mujer como el varón.

Obs.: Estas situaciones ameritan otras intervenciones multidisciplinarias.

La planificación también permite abordar temas de prevención sobre:

• Prácticas sexuales inseguras.
• Cómo prevenir las infecciones de transmisión sexual y el VIH.
• La vigencia de vacunas específicas para la usuaria.

Tener en cuenta que con la vacunación contra sarampión, rubeola, parotiditis o varicela, la mujer no debe embarazarse en los próximos 3 meses.

El impacto esperado de la atención y educación preconcepcional se reflejará en:

• La salud de las mujeres y de sus hijos.
• La disminución de complicaciones durante el embarazo, el parto y el puerperio.
• La disminución de complicaciones en el recién nacido.
• La reducción de eventos fatales.