El desafío de ser adolescente en la actualidad
1 Julio 2023
Padres al día
Con frecuencia nos preguntamos qué estrés podría tener un adolescente que “solo debe preocuparse por sus estudios”, sin embargo, los tiempos cambian con mucha rapidez. Actualmente, los adolescentes viven en una sociedad donde existen altas demandas, además es una etapa de muchos cambios corporales y fisiológicos, donde las decisiones son fundamentales de camino a la vida adulta, laboral, social y/o universitaria, por mencionar algunas.
Según la OMS, el estrés es «el conjunto de reacciones fisiológicas que prepara al organismo para la acción». En términos globales, se trata de un sistema de alerta biológico necesario para la supervivencia. Es la reacción del cuerpo ante situaciones desafiantes y demandantes.
Esto es normal, saludable y positivo en cierta medida y ciertos episodios, porque ayuda al organismo a protegerse de algún peligro o prepararse para enfrentar una situación, como un examen o trabajo.
Sin embargo, cuando esto surge de manera frecuente y se prolonga en el tiempo, puede ocasionar problemas de salud, físicos y psicológicos.
Los niños y adolescentes sí pueden estresarse
El estrés es una reacción normal del organismo, y los estresores dependerán de la edad en la que se encuentren. En la adolescencia, se enfrentan a: estereotipos de belleza; ser aceptado por grupos de amigos; van descubriendo un mundo donde deben tener mayor autonomía y tomar decisiones importantes que guiarán su vida futura, la pareja, la carrera universitaria, el trabajo, etc.
El estrés constante puede ocasionar:
- Dolor de cabeza.
- Irritabilidad.
- Dificultades en la memoria y la concentración.
- Falta de energía, cansancio.
- Problemas de sueño.
- Otros problemas de salud mental, como ansiedad y depresión.
- Entre otros muchos problemas de salud.
Desafortunadamente, la transición de la adolescencia a la vida adulta se encuentra aún bastante descuidada, olvidando que es una etapa no solo de “malos comportamientos” o “una etapa difícil de lidiar con los adolescentes”, sino también una donde estos se encuentran altamente vulnerables, lo cual amerita atención y acompañamientos especiales desde el afecto y la comprensión.
Para los adolescentes, saber que pueden contar con un adulto que no solo le diga qué o cómo hacer, se vuelve un elemento fundamental.
Muchas veces necesitan ser escuchados, comprendidos, y guiados, pero desde su perspectiva, no solo desde la nuestra. Así estaremos fomentando la comunicación y confianza para acompañar esta hermosa y desafiante etapa.
Lic. María José Rodríguez
Psicóloga
Reg. Prof.: 8.091