5 técnicas de abuso emocional que suelen pasar inadvertidas
1 Julio 2023
Padres al día
El abuso no solo es físico, también es emocional, mental y verbal. Mientras que la violencia física es obvia, otros tipos de abuso son más sutiles y difíciles de detectar, incluso para la persona que está siendo sometida.
El principal problema es que a menudo el abuso emocional es cometido por una persona cercana, a la que queremos y de la que no esperamos semejante comportamiento. Cuando nos damos cuenta, es porque ya estamos enredados en la tela de araña que ha construido a nuestro alrededor.
Todo suele comenzar con un comentario casual sobre un tema intrascendente, como el color de las cortinas, los platos para lavar o llevar el coche al mecánico. Obviamente, cuando alguien se siente acusado, lo más usual es que intente defenderse exponiendo sus razones. Sin embargo, no servirá porque el acosador no pretende entender o solucionar el problema, solo quiere atacar. Es únicamente una excusa para comenzar el juego de la manipulación y darle rienda suelta a su ira.
Las técnicas de manipulación más dañinas
1. Gaslighting: proviene de la obra de teatro “Gas Light”, en la cual el protagonista intentaba convencer a su mujer de que estaba loca, manipulando diferentes objetos de su entorno e insistiendo en que estaba equivocada cuando ella le hacía notar esas variaciones. En la práctica, el abusador suele comenzar negando que determinados eventos hayan ocurrido, hasta llegar a escenificar situaciones raras que desorientan a su víctima, que termina dudando incluso de lo que dijo un minuto atrás.
2. Silencio: la indiferencia asociada al silencio causa profundas heridas emocionales porque no solo aumenta el nivel de ansiedad en la víctima, también daña profundamente su autoestima y provoca una enorme inseguridad, hasta que la otra persona no puede más y termina disculpándose por algo que no ha hecho.
3. Proyección: la persona proyecta sobre su víctima sus propias inseguridades, miedos y problemas. La acusará de mentir, cuando en realidad es él quien miente, o de ser infiel, cuando en verdad es ella la que traiciona. Se trata de descargar su responsabilidad sobre el otro, para crear confusión y cambiar su autoimagen.
4. Intimidación encubierta: su discurso está plagado de amenazas indirectas, que quedan implícitas en sus palabras. De esta forma, le deja claro a su víctima cuáles serían las consecuencias de sus acciones y, de paso, puntualiza que la responsabilidad es únicamente suya, se lava las manos.
5. Victimismo: Cuando todas las tácticas anteriores fallan, el abusador suele recurrir al victimismo. En práctica, descarga su responsabilidad en el otro, haciéndose pasar por la víctima de la situación. El abusador genera un sentimiento de culpa que mantiene a la víctima atrapada en su tela de araña.
La manipulación emocional es un juego muy peligroso, donde siempre hay alguien que sale dañado.
Apenas note alguna de estas tácticas, ponga un freno. Si considera que en ocasiones es usted quien usa inconscientemente alguna de estas estrategias, quizás porque tiene miedo de perder a la persona que ama o porque no tiene suficientes argumentos, haga un examen de conciencia, porque la manipulación nunca es la mejor alternativa.
Es hora de despertar. Mirar lo que está pasando y buscar ayuda.
Mg. María Teresa Galeano
Psicóloga Clínica - Máster en Terapia Familiar
Reg. Prof.: 865